Cuando el TFC se convierte en algo más

Trabajar en el proyecto Lara ha sido una experiencia increíblemente gratificante para nosotros.
Estamos acostumbrados a que los Trabajos de Fin de Ciclo (TFC) sean, en muchos casos, tareas que realizamos simplemente para cumplir con el requisito de aprobar el grado superior.
Al principio, como cualquier proyecto, la idea de empezar a desarrollar Lara venía acompañada de esa familiar sensación de «pereza» que a veces nos invade con los trabajos académicos. Sin embargo, rápidamente nos dimos cuenta de que nuestro esfuerzo y las horas de desarrollo realmente valen la pena.

Presentacion Proyectos Lara (4)

Un TFC con un propósito real

Mucha gente podría pensar que un proyecto como Lara, al tener un enfoque social o benéfico, implica una dificultad extra o que es mucho más complicado que un TFC «tradicional». ¡Nada más lejos de la realidad! En esencia, es lo mismo que hacer cualquier otro TFC: aplicar conocimientos, resolver problemas, programar y documentar. La diferencia fundamental, la que realmente cambia la perspectiva, es que Lara no se va a quedar encerrada en un disco duro para siempre.

Esta es la clave que nos hacía trabajar con otra cara. Saber que nuestro trabajo tiene el potencial de llegar a producción y ser utilizado por personas reales, o servir de base para proyectos futuros, le da un valor inmenso. No es solo un ejercicio académico; es un trabajo real. Recordamos, por ejemplo, cómo al principio nos costó cuadrar ciertas funcionalidades, pero la idea de que esto podría ayudar a alguien nos motivaba a seguir adelante hasta que lo logramos. Cada pequeño avance se sentía como un paso hacia algo tangible y significativo. No hay que asustarse a la hora de elegir un TFC con un propósito real; al final, te darás cuenta de que te motiva mucho más.

Presentacion Proyectos Lara (5)

La satisfacción de ver tu trabajo en acción

Lara es una aplicación que hemos desarrollado y que, esperamos, sirva de ejemplo y guía para futuros desarrolladores. No se trata solo de que sea un proyecto con un fin benéfico, sino de la inmensa satisfacción de ver cómo un producto que hemos creado tiene el potencial de inspirar y evolucionar.

Es una sensación muy bonita imaginar que, quizás en el futuro, podamos ver a alguien usando una aplicación inspirada en la nuestra, o incluso una evolución directa de Lara, y poder decir con orgullo: «Nosotros desarrollamos esa aplicación». Esa conexión con el impacto de nuestro trabajo, saber que nuestras líneas de código no son solo para una nota sino para un propósito mayor, es algo que, sinceramente, se pierde cuando realizas un TFC genérico sobre un tema aleatorio. Lara nos ha enseñado que la tecnología, cuando se aplica con propósito, puede transformar vidas e inspirar a otros, y el resultado final de ese esfuerzo bien vale la pena.

— Álvaro y Víctor

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